Cómo se utiliza la llave dinamométrica: para qué sirve el par de apriete

Si eres aficionado a la mecánica, seguro que más de una vez has leído en algún manual procedimientos para utilizar el par de apriete o de torsión de alguna tuerca o tornillo. Puedes pensar que no necesitas un par de apriete para cambiar unas bujías, o reapretar los tornillos del escape. Pero la estadística demuestra que la mayoría de veces, los tornillos se fuerzan más de lo necesario, llevando a roturas y roscas dañadas.

En este tutorial vamos a intentar explicar de una manera sencilla qué significa el par de apriete, cuál es su utilidad y cómo comprobarlo.

Un tornillo es un muelle “gordo”

Para entender cómo funciona un tornillo, hay que intentar verlo como un muelle muy rígido, pero que se puede tensar al apretarlo (se estira) y mantiene la tensión debido a la fricción que existe entre su cuerpo y el material que aprieta.

Cada tornillo está diseñado para soportar una tensión determinada. Por debajo de esta tensión, el tornillo no se estirará lo suficiente y acabará aflojándose. Si la tensión de trabajo es superada, el tornillo se deformará y se romperá.

Midiendo la tensión

La clave consiste entonces, en ser capaces de medir la tensión que aplicamos a cada tornillo. Lo ideal sería poder medir directamente el estiramiento del mismo, pero esto resulta muy complicado y poco práctico (aunque, en aplicaciones de alta tecnología, existen tornillos que disponen de sensores de estiramiento).

En la mayoría de aplicaciones, se utiliza otro tipo de estimación indirecta y menos precisa, consistente en medir el par de apriete o fuerza torsional al girar el tornillo y a partir de esta fuerza deducir el estiramiento y por lo tanto la tensión.

La llave dinamométrica

Sin entrar en tecnicismos, podemos definir la llave dinamométrica como un dispositivo capaz de medir la fuerza de torsión con la que apretamos un tornillo o rosca (su par de apriete).

Existen diferentes tipos de llaves dinamométricas, esta son las más utilizadas:

• La más sencilla es la de dial, donde un puntero nos indica la desviación generada al realizar el apriete.

• De reloj, muy similar a la anterior, pero con un dial y una aguja que gira en su interior.

• De salto o click, donde se tensa un muelle interno al seleccionar el par de apriete (moviendo el mango) y la llave se desliza, emitiendo un “click” al llegar al par seleccionado.

• Electrónicas. Disponen de un sensor interno que mide el par de apriete y emite un sonido y vibración al alcanzarlo.

Unidades de medida

Es importante conocer y saber interpretar las diferentes unidades en las que se nos presentan los datos de apriete. Si nos dan una medida en unidades diferentes a las de nuestro instrumento, tendremos que convertirlas:

Sistema métrico decimal		Sistema anglosajón
newton-metro (Nm)	kilogramo-metro (kg-m)	libras-pie (ft-lbs)	libras-pulgada (in-lbs)
1	0,10	0,7	8,9
5	0,50	3,7	44,3
10	1	7,4	88,5
20	2	14,7	177,0
30	3	22,1	265,5
40	4	29,5	354,0
50	5	36,9	442,5
60	6	44,2	531,0

 

Para la conversión, podemos utilizar las tablas que vienen con la herramienta, una calculadora o recurrir a Google. Las dinamométricas electrónicas suelen realizar la conversión automáticamente.

Algunos fabricantes nos proporcionan un par de apriete más un ángulo (se suele utiliza en los tornillos de culata, cigüeñal, etc.). Para ello aplicaremos el apriete con la dinamométrica y a continuación utilizaremos un goniómetro o medidor de ángulos.

Algunas dinamométricas digitales disponen de esta función incorporada.

Consejos de utilización

A la hora de trabajar con una llave dinamométrica, es fundamental conocer su uso y mantenimiento, para lo que recurriremos al Manuel del fabricante (es muy importante leerlo y comprenderlo). Del mismo modo, hay que seguir las recomendaciones de apriete del manual de taller del vehículo con el que trabajamos, pues a veces, a parte del par de apriete, también nos dan una secuencia de apriete para no distorsionar las piezas durante el montaje.

• Son instrumentos delicados, no hay que golpearlos ni utilizarlos para aflojar tornillos.
• Generalmente se guardan con el dial puesto a 0, para no descalibrarlos (consultar manual).
• No hay que lubricar ni engrasar los tornillos a apretar, a no ser que se indique en el manual de taller (si modificamos la fricción, modificamos el par de apriete).
• Hay que recalibrarlos cada cierto tiempo de uso (de nuevo, consultar el manual del fabricante de la herramienta).
• Si utilizamos prolongadores, hay que hacerlo siempre a 90º para que el par de torsión no se modifique.
• No sirven de nada cuando están guardados. Es importante acostumbrarse a su utilización en todo momento, leyendo los pares de apriete del manual y aplicándolos con la herramienta (el par de torsión de nuestro antebrazo es muy impreciso y depende mucho de lo que hayamos desayunado).